Los que me conocen en persona suelen definirme como una persona afable y de trato agradable, abierto y sincero de palabra, cariñoso y comprometido de gestos. Buena gente, en definitiva.
Se equivocan.
Es todo fachada.
Soy un persona ruin y malévola.
Sólo una mente maquiavélica como la mía hubiera perpetrado un plan tan perverso: dedicar un artículo a los amigos de tu padre sabiendo que su sensiblería sesentona sólo podrá traerte beneficios.
Ya llegó el primero: soy el invitado de honor del próximo almuerzo de «caminants».
Toma ya. Y sin levantarme de la silla.
Una respuesta a “Maquiavelo de andar por casa”
El próximo se lo dedico a Joaquín Moreno!!!! Nada de obituarios.