Cirugía estética y mental
Da vértigo. Y un poco de vergüenza. Bueno, bastante más de vergüenza. Han pasado más de doce años desde que abrí esta oficina. Qué creído era. Qué inocente, qué ignorante, qué pretencioso. Quién sabe, igual de aquí doce años mire 2016 y vuelva a pensar lo mismo de mi mismo. De ese yo del pasado. Lo confieso, muy de vez en cuando, releo alguno de mis artículos antiguos y me quedo abochornado. Suenan cursis, edulcorados. Y sin estilo. Menuda imagen daba de mi mismo. O doy. Porque igual todo sigue igual.
La cuestión es que he cambiado un poco el diseño de todo esto.
Que no digan que no nos ponemos al día.