Real como la vida misma
Un candidato a presidente de su país a quien su fallecido predecesor le habla bajo la apariencia de un pájaro cantor. Un orondo jefe de estado con cara de matrioska jugándose su farol a los soldaditos en un farol. Una Infanta y su marido (presuntos) pillados en abuso de poder gracias a unos correos electrónicos. Otro presidente, futbolero él, dimitiendo de un club que no quiere nadie. Famosos tirándose en bañador a la piscina ante miles de espectadores. Durex ofrece empleo para probadores de preservativos mientras el ejército prohibe leer porno a los militares arrestados.
Todo real, como la vida misma.
Y, todo, en sólo en una semana.
Para que luego digan que la vida no es divertida.