Ciclos
Pese al barullo de vivencias, sentimientos, actividades, idas y venidas que tienen nuestras vidas, uno, de vez en cuando, cree intuir ciclos, etapas. Es fácil percibirlos cuando uno echa la vista atrás. Atisbarlos en mitad del camino es más complicado.
De un tiempo a esta parte, uno, por situaciones concretas, pero también por sensaciones imperceptibles, cree hallarse en medio de un cambio de ciclo. Un cambio que, impepinablemente, se producirá con o sin tu consentimiento. Un cambio que puede durar años o ser instantáneo.
Poder entender cuándo está ocurriendo, qué se quedará atrás y que te encontrarás en el siguiente ciclo, te permite también saber qué es esencial y qué es superfluo en tu vida.
Aquello que vive inmutable a los ciclos es, siempre, lo que más hay que cuidar.