No es fácil expresar tus sentimientos. Pronunciar «Te quiero», «Lo siento», «Te echo de menos», «Eres importante para mí», «Hay algo que funciona mal». Nos cuesta. Atrincherados como estamos desde nuestras pantallas táctiles y sus vidas virtuales, ese sano ejercicio de introspección, de reflexionar y sincerar ya no está de moda. No es fácil hablar de lo que uno siente.
Cantamos lo que no decimos. Colgamos frases que otros pronunciaron. Deseamos protagonizar esa escena emotiva de nuestra película favorita. Pero no es fácil vivirlo en primera persona. Decirlo. Y más difícil todavía es gritarlo en voz alta. A todos los oídos.
Hace pocos meses, me pareció un acto de amor revolucionario que el bueno de Jose Martínez Castelló le dedicara una columna a su esposa en Torrent Informatiu reconociendo cuánto la quería. Con los tiempos que corren, válgame Dios, fue una heroicidad.
La misma que tuvo el domingo Javi Lacort. No es fácil decir en voz alta esas palabras.
Un marathon que fueron más que 42,195 km.