Empatía

Ni simpático ni antipático, soy un empático del carajo.

A veces no viene mal. Saber meterse en la piel de los demás, vislumbrar qué sienten, en mi profesión, por ejemplo, es una buena arma. Ayuda.

Pero, sobre todo, es un don en las relaciones personales. Te acerca, te une. Pero tiene su reverso negativo. Igual que te alegras, sufres con las tragedias ajenas. Ay! Egoístamente, cómo desearías en ese momento no ser tan empático!

Yo, de un tiempo a esta parte, intento quedarme en un punto medio, saber marcar un poco las distancias, que todo no te afecte, no ser tan transparente.

Pero la vida hay que vivirla plenamente, si no, no se vive.

Y cuando compartes mucho, recibes también mucho.

Por eso hoy estamos contentos. Mucho.

Benvinguda Núria.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s


A %d blogueros les gusta esto: