Esta noche brinden por un año más, por un año menos, por lo recorrido, por poder vivir y poder contarlo, porque siempre habrá más por lo que sonreír que por lo que llorar. Porque, vaya, la vida es como es y, siendo sinceros, somos unos privilegiados por poder recorrer este camino.
Ya no me atrevo a hacer balances ni propósitos. La experiencia me ha enseñado que es absurdo planear demasiado. Prefiero (intentar) dejarme sorprender. Y lo que tenga que venir que venga. Pero que me pille sonriendo.
Bueno, puestos a pedir al 2016, si puede ser, que a mi alrededor no se padezca mucho. Que yo llevo fatal lo de sufrir por los míos y en 2015… Pues eso… Y, oigan, si tuviera que venir el invierno, que sepa acompañar y ser acompañado.
Brinden esta noche.
Con vivos, muertos, brindando juntos
por un año más, un año menos
que dolerse de esta herida y de esta luz.