En «News Night», el ficticio telediario nocturno de la también ficticia cadena ACN, lo tienen muy claro: no se publica ninguna información sin la doble confirmación, es decir, dos fuentes reales y acreditadas deben avalar siempre, como mínimo, los hechos que se cuentan. Estamos ante una regla sagrada, una pauta inquebrantable que sustenta uno de los principios básicos de la profesión periodística: no mentir, ser veraces.
Aunque me encantaría, no pretendo hoy loar la magnífica «The Newsroom» del no menos magnífico Aaron Sorkin. Ayer se estrenó en Canal + y tiempo tienen para disfrutarla. Eso sí, es cojonuda al serie. Tampoco me voy a detener en la importancia, en los tiempos que corren, de un periodismo valiente, objetivo, riguroso, social y varios adjetivos más. No estaría mal, pero el debate sería largo. De hecho, mire usté, no vamos a hablar de nada relacionado con los medios de comunicación.
Simplemente vamos a hablar de nosotros. De las personas. Con claridad, brevedad y concisión.
¿Y si usáramos en la vida cotidiana la regla de la doble confirmación?
Cuánta rumorología cortaríamos de tajo.
Al «m’han dit» le quedarían dos telediarios.
Una respuesta a “La doble confirmación”
[…] a creer historias falsas sin plantearse de dónde viene la información. Ya lo hemos hablado alguna vez en esta página sobre las fuentes. Por qué en historias como la de la furgoneta blanca no nos hace […]