Hoy ha bajado el búnker de la ràdio un mensajero con un paquete en la mano. Dígame usted. Música. Cedés, cortesía de una discográfica, para ser más precisos. Si no lo veo no lo creo. La de años que no llegaban esos paquetes musicales por correo. Muchas gracias. Cuando llegué a la emisora (vaya, ya hace casi diez años) esta escena era de lo más normal. El mp3 se veía venir pero aun no era lo que es. Qué emoción al abrir los sobres! Qué será, qué será! Ahora ná. Todo llega por correo electrónico. Se mira, se oye, pero no se toca. Ya no es físico.
Y nunca será lo mismo.
Eso sí, que cómodo es.