Olvídense de promesas, mítines, programas, caras a caras, insidias y, mire usté, toda arma electoral. Nada, nada y nada. Les digo yo que ganaba de calle el 20N el guapo (o guapa) capaz de eliminar, fulminar y aniquilar de una vez por todas, jolines, el spam telefónico y todo timo relacionado con los sms y semejantes. Cambio el sentido de mi voto en un pis-pas. Se lo prometo. Les regalo, si hace falta, mi colección de cómics de Tintín.
Harto estoy de las llamadas a las cuatro de la tarde!