Primos
Cuando a finales del siglo XIX los hermanos Lumiere inventaron eso del cinematógrafo dudo mucho que lo crearan pensando en que sería alta cultura o serviría para remover conciencias.
Qué va. Tanto ellos, como los siguiente pioneros del cine (digo yo) lo único que pretendían era fascinar a los espectadores con aquello de las imágenes en movimiento. Y, poco ha cambiado hasta ahora. El cine es y será divertimento puro y duro. Un entretenimiento.
No viene mal recordar que el mejor cine no es el que nos deja poso, nos sacude y hace pensar, sino el que nos entretiene, nos sumerge en la historia y nos provoca dos horas la mar de agradables.
Como cuando eramos niños. Como cuando veíamos fascinados los rayos cruzados de los Cazafantasmas, los vaivenes de Marty McFly, las peripecias de Indy o el barco pirata de Los Goonies.
Así es “Primos”. Una comedia tan amable, tan deliciosa y tan nuestra que durante la hora y media que dura olvidas el resto del mundo. Sólo existe Comillas, el Sardinuca, la verbena del pueblo y los amores de verano.
No ganará ningún Goya, pero qué gran tarde nos hizo pasar ayer.
Y te veo aquí, entre tomates y calabacines y siento cosas…
How do you do rubio???