Pese a todas las enfermedades, regalos, cosillas de la «white house» y dolores de cabeza inesperados, estoy aprovechando estos días de semi-vacaciones para leer mucho.
No es que haya abandonado la vida pública en plan asceta sumido entre palabras, pero me he enfurruñado en leer varios libros (como siempre, a la vez) que tenía pendientes antes de que me engullan todos los proyectos en marcha.
Y, oigan, he estado de suerte. Todos buenos los libros.
Es que no hay nada que me dé más rabia que un libro aburrido. Soy de esos incapaces de dejar uno a medias. Por eso, si sale rana, me da un coraje tremendo la lectura.
Apunten, por si les interesa alguno, que hoy vamos de recomendaciones literarias:
– «Multimillonarios por accidente» de Ben Mezrich: interesante, es el libro en el que se basa «La red social».
– «La caída de los gigantes» de Ken Follet: typical Follet, aunque un poco más histórico de lo habitual.
– «Lo que sé de los hombrecillos» de Juan José Millás: un poco extraño y sexual, pero Millás nunca decepciona.
– «Después del anochecer» de Stephen King: relatos de miedo chachis, de eso de hacerse caquita encima.
– «El poder del perro» de Don Winslow: llego tarde a una de las sensaciones del año pasado, con mafia y drogas en estado puro.
Ale, ya hemos subido el nivel cultural de esta gacetilla.