No voy a ir por la vida de piratilla porque no lo soy en exceso. Mucha serie y pocas nueces es lo mío.
Pero, tampoco nos engañemos, igual de ladrón es el que roba a un creador como el que estafa al público con el precio de venta.
Hay una industria que agoniza, que no ha sabido reciclarse a los nuevos tiempos y que pretende ahora salvarse de una manera absurda.
Precios bajos de los discos y más salas de conciertos y verán como es rentable.
MÁS INFO: Como tampoco soy docto en el tema, hazte un favor y pincha aquí.