En la madrugada del domingo al lunes, un año más, cumplí con la tradición de vivir la Superbowl con los chicos de Carrusel Deportivo.
No crean que me mato por el fútbol americano. Que va. No me pirra eso de ver a unos mastodontes con hombreras jugando con un balón apepinado (¿Por cierto, han jugado ustedes alguna vez a rugball? Yo, sí), pero es que la final americana es lo de menos en el programa en cuestión. Es la noche del cachondeo deportivo. De las salvajadas radiofónicas.
Por mucho que se lo explique no lo van a entender (es como la primera hora de los sábados, pero a lo bestia), así que mejor que lo oigan ustedes. Pero, si no fuera porque es notorio el saber hacer de Carrusel, uno creería que el programa no está ni preparado ni tiene una mínima escaleta. Pero no, realmente, es un caos controlado.
Los que hacemos radio ya sabemos la montaña rusa que pueden ser ciertos programas en directo (últimamente, en La Bombonera de los lunes lo estamos sembrando), lo pulcro que puede salir por las ondas pero, tras las bambalinas, las piruetas, carreras y conexiones inesperadas que tienes que hacer para que suene así.
Viendo este vídeo de cómo se hace Carrusel, uno puede pensar que esta (bendita) locura sólo ocurre en las emisoras grandes. Que más quisiera yo. Las locales también tenemos nuestros toboganes radiofónicos. Deberían verlo. Siempre todo controlado, pero siempre todo por el aire.
Un máster en malabares periodísticos.
CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Backliners (Quique González – Avería y redención)


Una respuesta a “Carrusel”
¿has leído la columna de ayer de Alexandre, jefe de deportes de Levante, en el diario de ayer sobre la superbowl?
Demoledora,