Miope

Lo contaba anoche Buenafuente en su programa y no me lo acabé de creer. Joer, con tanto sketch, personajes ficticios y gritos de Berto cuando nos muestra la portada de «Hola» (Holaaaaaaaaa!!!!!), pues, que uno desconfía, oigan, además, es una historia tan rocambolesca y berlanguiana que cuesta de creer. Aunque, ya saben, habitualmente la realidad supera la ficción. Y en España todo es posible.

Les cuento: ayer en el Centro Penitenciario de Quatre Camins se ofició una boda que podría incluirse en la lista de las más particulares que se han realizado en España y que sería digna del guión de una peli de mafiosos dirigida por Woody Allen. Los contrayentes, una pareja de guardias civiles. El esposo cumpliendo condena en por narcotráfico y la esposa continuando en el servicio destinada en Algeciras. Los testigos de excepción: el ex juez Lluís Pasqual Estevill, y uno de los secuestradores de la farmacéutica de Olot, Antoni Guirado. Toma ya. Menuda sustància per al caldo. Y para rematar, el enlace tuvo lugar en una de las salas ‘vis-a-vis’ de la prisión. Oleeeeeee. Ja tenim parellaaaaa.

Esta es la historia. Increíble pero cierta. Si han llegado hasta aquí y tienen más curiosidad por esta memorable boda (no quiero ni pensar en los regalos que se hicieron, todo lleno de limas por dentro, como ironizaba ayer Andreu), les dejo un enlace cualquiera de uno de los muchos diarios digitales que han recogido la noticia. Sólo destacar, para más inri y cachondeo, que la peculiar ceremonia tuvo su punto y final con un contacto vis-a-vis especial de cinco horas. Ahí vaaaa, tralarí, tralarí.

Y todo, en el día en que Canal + inicia la última temporada de «Los Soprano», esa peaso de serie de gangsters que nos ha demostrado que los capos de la mafia americana además de malotes, tienen sentimientos, neuras y fobias. Por cierto, he decidido no ver el final (dicen que muy polémico, por cierto), porque tengo tantos capítulos por ver de esta genialidad echa serie (creo que tengo el tonto record de haber visto todas las temporadas, pero sólo de cada una, unos capítulos sueltos), que casi que empezaré a verla de cero, poco a poco, saboreando las visicitudes de esta familia de Nueva Jersey que ha conseguido 18 Emmy’s entre muertes, chanchullos, sobornos y visitas a la psiquiatra.

12 millones de americanitos pegados a la pantalla para ver su final no pueden estar equivocados.

CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Hotel Los Ángeles (Quique González – La noche americana)