Miope

Si se lo encuentran por la calle, vayan con cuidado. Si no trae consigo las llaves de su casa, se intentará colar en la suya, merendar (triple sandwich de régimen), hacer los deberes, misengiear, enseñarte su cd de Kiss, explicarte como aprenderte la tabla del 9, pronosticar su crecimiento hasta el 1’92 (un día al mes), contarte tus desengaños amorosos, mostrar su nueva y extraña delgadez, meterte mano, reírse, frases obscenas, hasta acompañarte a la compra y, al regreso a su propia casa, dejarse todas las cosas en la tuya.

Menos mal que a mí no me pasó (sólo fui testigo).

PD. Redactando este post, me ha venido a la cabesa (como él bien pronunciaría) que ya le dediqué un post al bueno de Lucas hace dos años. Como pasa el tiempo y que poco hemos cambiado nosotros en ciertas cosas. Lo adoramos porque es un crack y porque lo echaremos de menos cuando no lo tengamos.