Miope

Hoy, de nuevo, más y más fotos pascueras. Y todo porque acabo de descubrir que ayer tuve casi un centenar de visitas (rècord en mi nuevo formato!!!) y eso quedrá decir que ha gustado el planteamiento fotográfico así que habrá que repetirlo, quién soy yo para no escuchar los gustos del público, el que paga manda, el cliente siempre lleva la razón…

Y el salto nos lleva al pasado domingo, un día-noche-madrugada intenso, sin parar, divertidísimo y donde tuve que hacer uso de mi depósito de reserva. Sí, ese que sólo me salta en campamentos y moros, cuando inexplicablemente sigues en pie funcionando a buen rendimiento tras horas y horas de actividad frenética con poco descanso en el cuerpo. Ese depósito que todos tenemos pero que no acabamos de conocer con exactitud como ponerlo en marcha ya que el solito se regula. Para un servidor, de huesos mayores y andar cansino, ese depósito me salva la vida que no veas.

Dormí poco el domingo (poco más de cuatro horitas), levántate a las 08:30 al encuentro, encuéntrate, empujones, corneta, almuerzo, Convent amunt, Convent abaix, comida en la hermandad, discurso del abuelete doloroso, mínimo descanso, pressing catch, hacia Cullera, paseo, gofres, playa, lluvia, jungle speed, vuelta a Torrent, busca lugar donde cenar, cena divertida y amorosa, botellón en casa de los Conejeros, programa televisivo de cuyo nombre no quiero acordarme, más jungle… son las tres de la mañana… yo creo que ya toca…

Como manda la tradición, debería haber sido jornada d’empinar el catxirulo, pero por motivos técnicos en el garaje de Mi Santa no pudimos recuperar nuestra cometa. A falta de pan buenas son tortas en forma del primer concurso público de salto playero Vila de Cullera.