¿Qué haces si en una fiesta sorpresa el sorprendido aparece sin avisar? ¿No lo estaba entreniendo Francesc? ¿Y su esposa, la instigadora del plan? ¿No debería estar aquí? ¿Cómo reaccionarías si la primera imagen que ves al entrar en su casa es mi careto? ¿Y si encima sólo me conoces de dos ratines? ¿Le decimos que no estamos robando? ¿Me golpeará? ¿Llamará a la policía? ¿Qué haces? ¿Callar? ¿Dejar que María, Maribel, Vanessa o Santi hablen? ¿Por qué estos breves segundos parecen eternos? ¿O realmente es un único segundo estirado? ¿Cúal será nuestro careto, porque el suyo es espectacular? ¿Cómo arreglar el entuerto? ¿Lanzo el confeti y grito sorpresa? ¿Por qué nadie dice nada? ¿Cierro la luz? ¿Cierro la puerta? ¿Me escondo y hago como que no nos hemos visto? ¿Cómo se van a quedar los del despacho con sus cervecitas que ni se han enterado que ha entrado? ¿Y mi Santa? ¿No está con ellos? ¿No es esto una gran cagada? ¿Por qué nadie dice nada? ¿A la pregunta «qué coño hacéis aquí» no se le debe una respuesta? ¿Creo ver que María va a decir algo?
Tú, pasa, pasa… pasa para adentro…
Miope 
Una respuesta a “Surprais, surprais”
¡Jelou Carles!
La verdad es que hace días que vi esto pero no había podido escribir ningún comentario.La verdad es que escribo para saludarte y no para decir nada respecto la gran sorpresa que le dimos al cumpleañero, que por cierto, mejor NO COMENT, fale?
De todas maneras estate tranquilo porque el otro día fuimos a su casa, nos abrió él la puerta y le dije…. ¡¡¡SORPRRESA!!!! Y todo olvidado
(Aunque creo que no entendió muy bien porqué se lo decía)
Beset