Tantas cosas que contar…

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Sí. Lo sé. Hace dos semanas que no actualizo. Ya me vale. Menudo blog. Qué poca seriedad es esta. Pero cómo se me ocurre. Blablabla…

Tenéis razón, pero ahora que me pongo delante del ordenador tampoco me voy a parar a explicaros todas las razones. Simplemente, porque no las hay. O sí. Cuando quería actualizar, el trabajo no me lo permitía. Cuando tuve un respiro, o no me apetecía o el servidor de bitacoras no me dejaba entrar. Ya veis. Y hasta el día de hoy hemos llegado. Sin poner una letra. Pero, tranquilos, el stand-bye no significa que me vaya a dejar el blog. Ni mucho menos. Significa que me debo autoexigir mayor dedicación. No sólo por los que lo leéis (¿aun quedan?), sino porque algún día recopilaré todos los artículos y, con el tiempo, esto tendrá su gracia.

Pero vayamos a estas dos semanas. Hay mucho que contar y poco espacio disponible (tampoco os voy a dejar ahora una anotación inmensa y farragosa), así que intentaré resumir las dos últimas semanas lo más rápido posible. Han sido dos semanas en las que ha arrancado la temporada 2006/2007 en todos sus aspectos. La radio funciona con toda normalidad, con el reto de que la Xarxa de Emissores Locals Valencianes funcione y, a nivel propio, con una gran nevera de temas pendientes que me permiten tener aseguradas todos los días noticias de sobra. También ha arrancado la filà (con nuevos bríos amorosos) y el junior (con falta de rodaje, pero pronto al 100% y con todas nuestras locuras), así que digamos que ya vivimos la marcheta normal.

Mientras uno se acomoda al trantrán habitual del otoño y del curso, en estas dos semanas, uno sigue esperanzado en que pronto llamen de algún banco a su Santa para currelar (aunque ya sabemos que la salida al mercado laboral exige paciencia) mientras ambos «disfrutamos» de nuestras respectivas uneds, también continuo finiquitando el «Escenas Juniors 05/06», me sigue doliendo el costado después del enésimo golpetazo, «Prision Break» sigue tan emocionante como siempre, me reenganché a «Anatomía de Grey», se casó Rafa el Presi (ole, ole, Ibarra ole, ole), me dieron nuevos tarjetones (la chica me robó el de Salva), estuve en Madrid de viaje familiar para despagarme/emocionarme con «Hoy no me puedo levantar» (esto ya lo explico mejor otro día), descubrí gracias a Josema y mi Santa que se puede merendar en el Foster, la Copa Coca-Cola fue un timo, me salió medio-plan para Nochevieja (¿tan pronto?), Lucas adelgasó, Natalia sigue siendo Natalia, Raul ya no tira del carro, el Valencia dejó de ganar, inventamos el Pressing Cosquillas Catch y Conrado se nos fue.

Vaya dedicado a Él la anotación de hoy.

Por ser un gran profesor, digan lo que digan. Por tenerlo todo en la cabeza. Por no dejar a nadie indiferente (sino, por qué todo el mundo no deja de comentar su muerte). Por sus chistes de mujeres. Por su fina ironía. Por sus dos paquetes al día. Por la lista de los Reyes Godos. Por el juego de la bolsa. Por los unos. Por los libros que me regaló. Por invitarnos a dormir en su apartamento de la Pobla de Farnals. Por la peli porno que vimos. Sí, ahora ya se puede decir en voz alta. La leyenda urbana era cierta.

Yo estuve allí.

3 respuestas a “Tantas cosas que contar…”

  1. Estuvo Don Conrado (como le llamaba Valeriano) dando clase hasta el último momento o ya se había jubilado?. Que gran profesor, sin libros, sin nada. . . solo su estupenda cabeza. Descanse en paz.

  2. Sí, eso es lo que yo sé también. Parece que le dio un achuchón, siguió dando clase el rato que pudo y faltando un cuarto de hora dijo: «Portaos bien el ratito que queda que yo voy a fumarme un cigarrito y enseguida se me pasa.» Sea esto verdad o mentira, genio y figura. Hasta siempre, profesor

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