Miope

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Recuperado a medias de mi proceso febril (pero incorporado al 100% al trabajo y vida social), ayer me lancé a un gran reto que requería toda mi destreza, creatividad y mala leche: escribir un par de «aleluyas». Era la primera vez que lo hacía y, encima, tenía el tiempo en contra, pues la imprenta iba a imprimirlos esta misma mañana, así que contaba con pocas horas para mis pequeños ripios humorísticos.

Vaya. Ahora que lo pienso, para los que no sóis de Torrent me tocará explicaros un poco que es un «Aleluya». Ufffff. En breves palabros y sin ser un experto en la materia, digamos que es lo más particular, junto a la Reina del Encuentro, que tiene la Semana Santa torrentina. Son unas pequeñas rimas de carácter campechano y, en su mayoría, humorístico en las que se bromea e ironiza sobre la vida social torrentina, sus personajes o las propias hermandades locales. Se lanzan en forma de «papelitos» de colores desde la carxofa (y fincas colindantes) en el momento del encuentro glorioso. Personalmente, me encantan. Me parto con ellas. Me parece una gran ejercicio de libertad de expresión y autocachondeo (no en vano, nuestra gran y aplaudida embajada comilitona estaba basada en su «espíritu»).

Bueno, no sé si me he explicado bien, pero retomaré el hilo anterior, que uno se pierde fácilmente. La cuestión es que yo no lo tenía muy claro. Se me habían ocurrido algun par de temas, pero no estoy acostumbrado a escribir en verso (más bien, rima facilona). Además notaba la presión del tiempo y de mi cuñado y Andrés «el de la imprenta» que, no me digan por qué, les hacía ilu que el Sr. Carles escribiera algo.

Evidentemente, el Sr. Carles no ha escrito nada (ssssh, chitón, chitón!!), como la mayoría, se ha escondido detrás de un pseudónimo (que no confesaré). Porque, claro, finalmente pude fabricar tres cortitas. Me hubiera gustado pulirlas un pelín más, pero ya hice bastante en crearlas en un autobús. No sé, me sale mejor la prosa y eso de rimar es chungo, pero creo que han quedado decentes. Al menos a mi Santa, los dos promotores, Ximo el maquetaor y mi padre le han hecho gracia.

Aunque, claro, todos son de casa. Qué van a decir…