P.D.«/>
Mira que lo sabía. He sucumbido a la tentación. Culo veo, culo quiero.
Si recuerdan, el otro día ya les contaba que últimamente me había dado por bucear en fotologs amigas y desconocidas. Unos cuantos días más para atrás, también les confesaba que mi afición por la fotografía aumentaba (sino que se lo digan a Mabel y Ángel anoche en la avenida: Mabel, oye, no soy autista, fue una pequeña prueba que esperaba pasara desapercibida, pero, mira, al menos, tuve el privilegio de ver tu pisete, con ese pasillo que ocultará el sonido cuando…).
Bueno, continuemos, que me subordino copulativamente demasiado.
Pues si, a todo ésto, le suman que tengo un montón de fotos (tanto en papel como en digital) que se acumulan y van durmiendo en el olvido, pues… no me he podido resistir. Al igual que con los blogs, me he copiado bellacamente de mi Santa y ya tengo mi propio «Photocódigo de Carles». Tachaaaán.
Eso sí. Mi primogénita página llena de letritas no pasa a segundo plano, válgame Dios, es la principal. El photocódigo, digamos, que es un complemento. Será sólo visual más alguna breve explicación. Pero, sobretodo, lo que me permitirá será mostrar el mundo por el que me muevo y, por que no, enseñar las caras de mis amigüitos y amigüitas sin más razón que esa.
Aunque, por ahora, en el photocódigo, como ven, sólo sale mi jeta. Aeu!!

Una respuesta a “El photocódigo”
Pues mi bienvenida a la blogosfera a El codigo de Carles. Mucha suerte!!! 😉