Algo más. En el fútbol no todo es veintidós tíos corriendo y golpeando un balón. Es algo más que gritar gol. No es sólo deporte. Es un fenómeno sociocultural. Es vida. Dentro de la competición hay tal multitud de historias, con sus nombres propios, que convierten al fútbol en algo especial. Momentos no directamente relacionados con la práctica deportiva que dan significado al partido, al resultado final.
Y, como la propia vida, esas pequeñas historias del balompié nos muestran desde lo más sublime a lo mas abominable. Como el mismo ser humano.
El penalti del domingo de Pirlo, su homenaje a la gloria tras años de catenaccio, es el último ejemplo del lado de la belleza. Pero hay más. Vicente del Bosque construyó la Copa del Mundo afirmando que no iba a renunciar a sí mismo, al estilo de su equipo, tras la derrota ante Suiza. El Ascoli de la Serie B italiana plasmó la filosofía del Fair Play dejándose meter un gol en propia puerta en 2009. El programa Twinned Peace Sport Schools reúne cada año a más de 1.500 niños palestinos e israelitas que convierten el terreno de juego en un terreno de paz. Hay muchos ejemplos de lo bello.
Pero, It’s football. Y las pasiones también tienen sus demonios.
Jon Sistiaga, nos ha mostrado una de las caras más execrables del mundo del fútbol en su último reportaje para Canal +. Con su habitual realismo, se sumerge en el mundo de las barras bravas argentinas para enseñarnos su violencia, su corrupción, su mafia, su mancha negra que va empapando, entre jaleos y ánimos en la grada, a todos los estamentos del fútbol platense. Pistolas cargadas, muertes en las gradas, guerras internas por el liderazgo, drogas, alcohol y banderas, policías al servicio del ultra, presidentes sumisos y, hasta el propio Joaquín Sabina, con su «Dieguitos y Mafaldas». Periodismo de calidad. Triste periodismo de calidad.
Siempre quise ver un partido de fútbol, sólo uno, en La Bombonera.
No sé si ahora quiero verlo.
NOTA: Pueden ver el reportaje completo pinchando aquí.
Miope 