Es todo un privilegio que la Fundación Bertelsmann se fije en nosotros para formar parte de su red nacional e internacional de fundaciones cívicas.
Y, más aun, que para la entrega del sello podamos reunir con total normalidad a distintas administraciones públicas, colores políticos, entidades bancarias o asociaciones, porque, precisamente, la FHSD va de eso, de aunar esfuerzos para un objetivo común: que la ciudadanía se implique en su entorno.
Más no se puede pedir.
Bueno sí, ya puestos que los alemanes nos suscriban por la patilla al Círculo de Lectores.