Desde hace unas pocas semanas, El País dedica una página diaria a la nuevas tecnologías (cargándose el suplemento Ciberp@is de los jueves sustituyéndolo por esta sección diaria) y, ayer, allí descubrí horrorizado que el walkman se deja de producir.
Horrorizado digo, más que nada, porque quién iba a pensar que se seguían produciendo unidades del aparato portátil de cassettes.
Una cosa es que te guste el rollo vintage y revival y otra pretender que las cintas sigan presentes en nuestras vidas, hay que ser un poco antiguo.
Aunque eso sí, es cuestión de tiempo (1, 5, 10 años, quién sabe…) que se vuelva a poner de moda el cassette o una semblanza para que vayamos por la calle con el aparatejo en la mano.
Todo es revival, todo va y viene…