El día después
Ale, ya pasó. Se acabó la huelga. Cayó la hoja del calendario y dejamos atrás el 29-S. Una cosa menos.
Éxito o no aparte, realidad o ciencia-ficción, hay mucho que reflexionar. Pero, por todas las partes contratantes.
Porque, no nos engañemos, a nadie le importó la huelga hasta ese mismo día.
Y ahí está el verdadero quid de la cuestión: la sociedad que nos ha tocado, vive anestesiada.
Así que, legítima o no la huelga, exitosa o no, poniéndonos de lado del gobierno o de los sindicatos, deberíamos preguntarnos qué papel pintamos en todo ésto.
Sólo nos importa lo que tenemos delante de nuestras narices.
Acabaremos como los terrícolas de “Wall-E”. Lo que yo les diga.
PD. Otra reflexión sobre la huelga con el mismo título de Ramón Palomar.