Qué chasco
Qué chasco. Tenía pensado y repensado publicar una cómica viñeta de violencia infantil (con esterillas a modo de arma) entre Guillem-ito y su tío, pero, jolines, no va a poder ser: me dejé el cable de las fotos y aquí nadie tiene uno.
Sustituiremos esa dosis violencia por una pacífica estampa comilitona con esos bárbaros a punto de comerse a alguien y un servidor intentando detenerlos.
O algo así era.