Y, al final, aunque fuera, al filo de la medianoche, pude ver la tele convencional.
Duré tres minutos. No soporté, ni aunque fuera zapeando, que estuvieran echando en Canal 9 un engendro llamado «Generación de estrellas».
Preferí irme al DVD con los de «A dos metros bajo tierra».
«Un día te despiertas y tu hija a robado un pie. ¿Dónde estaba yo?»

