Sordos
El ser humano es medio sordo. Lo que yo les diga.
En comunicación, se llama “sesgo de la confirmación” a la percepción distorsinada voluntariamente que tiene la audiencia. En pocas palabras: la mayoría de las veces sólo estamos dispuestos a escuchar y aceptar aquella información que refuerza lo que ya pensamos.
Pues no es poco listo nuestro cerebro. Nos engaña hasta a nosotros mismos. Tendemos a ignorar o menospreciar aquello que nos contradice, que no nos gusta. Esa “locura” tamiza las noticias, por encima de su veracidad, objetividad, contraste de fuentes, etc. y nos hace dar peso a las que se ajustan a nuestros gustos y prejuicios, mientras preferimos ignorar (y por tanto, desconocer o no dar veracidad) las que nos incomodan.
¿Y ésto por qué lo digo?
Porque nunca fueron tan contrarios y contradictorios los titulares de los periódicos o las líneas editoriales en las tertulias matutinas de las radios.
¿Ahora entienden por qué me pase a Radio Marca por las mañanas?
Para creer en él, en la única religión, el omnipotente: el balón.