
Sí, amigos. Es un hecho incontestable. A todos nos ha pasado. Las impresoras son el culmen del gafe en la informática. Siempre se las apañan para estropearse o dar problemas en el peor de los momentos. Es así. Quien no le haya pasado, más que tirar la primera piedra, mejor que nos diga la marca y modelo.
Ayer, en casa de mi Santa comprobamos el más difícil todavía: se estropeó la suya, la mía y se acabó la tinta en la de su hermano.
Y todo, para descubrir al final, que no hacia falta imprimir nada.
Lo dicho, gafes.
CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Te quiero igual (Andrés Calamaro – Honestidad Brutal)
