Ya lo decía el otro día, que mi catódica cabeza hace curiosas asociaciones de ideas.
Anoche mismo me lo hacía ver mi Santa. No hay partido de la selección española que, sin querer, te venga a la perola la musiquilla de «El tamborilero» para clamar aquello de «La seleccióooon, la seleccióooon» con la imagen mental de Millán parodiando la tirita nasal de Luis Enrique. Qué le vamos a hacer. Somos una generación muy televisiva.
Y, en esto, parte de culpa tiene Martes y trece que nos llenó la cabeza de absurdas bromas que años después aun repetimos instintívamente. No hay verano que mi cuñado «joven entrenador torrentino» con la taza de café en mano no imite la broma del quemadedos Cafe Tacilla o que, en cualquier campamento, cuando un niño me suelta lo de «yo quiero sopa», me dé ganas de tirársela encima.
Han pasado los años y ahí están esas «influencias». En mi cabeza.
Lo que sí que ha cambiado y mucho es la selección.
Juer, como la tocaban ayer.
PD. Mañana Oasis!!!!!
CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Waiting for the rapture (Oasis – Dig out your soul)
