Todos conocemos la sensación de deformación de la realidad que produce la fiebre en nuestro cuerpo. Sientes que estás y no estás a la vez. Todo oscila.
Así que, hace dos noches, mientras me mecía en brazos de la fiebre, la vida se movía ante mí de forma hiperbólica. Juraría que a ratos la cama era más grande de lo habitual, pero, en otros instantes, minúscula. A veces era sauna, a veces era Círculo Polar Ártico. Hubo un momento que, en la madrugada, entre deliriums varios, perdía entre sollozos a un diminuto Guillem-ito dentro de una gran bolsa. No había manera de encontrarlo. Más tarde, ya con el sol en lo alto, vi a Goku y Satanás Cor Petit (pertenezco a la nomenclatura TV3) en una autoescuela. Creí que, ya sin fiebre, volvían los delirios.
Pero era real. Como la Guerra Cívil que ha vuelto a explotar.
Qué venga la ONU.
CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Tú sabes lo que tienes que hacer (Quique González – Inédita regalo 10 aniversario)


2 respuestas a “En brazos de la fiebre”
Es una cabuderia meua o el regal de Quique González recorda molt a «Polvo en el aire»??? Eso sí: temazo, como siempre.
Li té un airesito…