Miope

He caído en la trampa. Una vez más. Ha vuelto a ocurrir. Me han vencido las ansias de ser moderno y, de paso, cotillear las vidas ajenas. Jolines, qué mundillo este de las redes sociales virtuales, como te atrapa sin darte cuenta. Si primero fue el blog y, lueguito, su primo el fotolog, ahora es el Facebook. 

Anteayer me cree una cuenta. No sé exactamente por qué, y peor, ni qué utilidad tiene. Pero me la creé. Y como ya me ha anunciado mi compi Jordi (Nou) en un mensaje de esos que te dejan en tu ¿muro? todos han hecho lo mismo, apuntarse a la fiesta sin saber por qué: «Ja has vist que aço del feis buc es una mariconà que te mors, però es la moda».

Pues nada, seremos modernos. No me importa. En la vida hay que ser guay y chachi. Hay que molar para ser alguien.

Pero lo que no esperaba es que el Facebook se cogiera confianzas tan rápidamente. Qué morro tiene el tío, va y me envía un correo tal que así:

Qué fuerrrrrte, qué descaro, con que van diciendo por ahí que tengo una relación… Y encima me rematan aun más con el contenido del mensaje: «Gema ha dicho en Facebook que sois pareja.  Necesitamos que confirmes que, efectivamente, tienes una relación con Gema. Para confirmar esta solicitud de relación, sigue este enlace…»

Diooooos!!! ¿Qué tengo que confirmar qué???? ¿Esto es rollo prensa del corazón??? ¿Famosete, puedes confirmar tu relación con tal famoseta??? Tenemos fotos, no lo niegues. O peor. ¿Esto es un cortejo electrónico???? ¿Si no contesto qué quiere decir, qué hemos rompido???? I don’t knuow!!!

Por si acaso he confirmado mi relación y, de regalo, como chincha rechincha para quitarme modernarias del cuerpo, me he topado con una aplicación que te crea una foto High School sesentera.

Hey chicos, el sábado tenemos partido contra Michigan. Avisad a las animadoras.

CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Cuando el ángel decida volver (José Ignacio Lapido – Cartografía)