(Volviendo a la boda del sábado)
Como aquella canción de Mecano: Marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes y alguno que otro cura despistao… Panino, Paco Pepe, Pili Alepuz, Rafa el carnisser, Amparo la de les frutes, varias paradas más del mercado, el florista, Pardo, Fina la del Butano, el fill de Pepe Forment, las hermanas de la pastelería de Isidro, radio macuto, la sobre, la reina andaluza, Vanessa cogida del brazo de Rafa, media Sant Roc, media La Ermita, media filà, un submarinista camino de Bali… Mecano no lo hubiera definido mejor, quitando el friki, Ramada y TiaChe, estaban todos, toditos, todos.
Sólo había que mirar la lista de invitados para comprobar que habían sido premiados con la invitación al evento todos los que más horas han echado allí dentro del bar. Para que luego digan que no existe el «Torrent Profundo», esa alma de pueblo que, pese al crecimiento de viviendas y más viviendas (y las que parece que están por venir), aun está bien enraizado por nuestras calles.
Si se casa el hijo del bar de la plaza, sale a la luz lo más granado del poble.
Viva las folclóricas.
CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Porque las cosas cambian (Bunbury – Hellville de Luxe)
Miope 