Ufffff, llevo una semana reordenando y reorganizando todo: webs, papeles de la Fundació, el curso juniors, los documentos del ordenador, la muntoná de fotos del verano, mi cuarto… sí, amigos, parece que nunca se acaba esto de readaptarse. Siempre me pasa lo mismo, tras meses llenos de historias como mayo, junio y julio, y tras un agosto desconectado, cuando vuelvo a aparecer por la gran ciudad me encuentro con un montón de cosas por poner en su sitio, tanto materiales como inmateriales.
Lo peor de todo es que necesito de ese orden para funcionar, si no, no me aclaro, no me centro, siempre me da la sensación de ir por detrás de las cosas, como si algo faltara.
Siempre han dicho que detrás de una persona muy ordenada, posiblemente hay un gran despistado detrás. Qué gran verdad. El club de los empandillas necesitamos marcarnos bien las cosas y las pautas para no dejarnos nada en el camino.
En cierta ocasión, nos juntamos en el mismo salón varios especímenes y conversando sobre el gen despistado, Josema (o era Xus?) arriesgó más aun para sentenciar que, posiblemente, tras un despistado hay un genio, porque cuando se ensimisma o se empaná es porque el subconsciente está trajinando por su cuenta.
No lo creo, pero tampoco me importaría que fuera así.
CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Pájaros negros (Deluxe – Reconstrucción)

