Acojonaos. Así vivimos anoche en Mestalla mi padre, Salva y yo el partido del VCF. Rebufant. Cagándonos encima cuando el Zaragoza presionó un poco más en los últimos minutos. Caquita, caquita. «Casi salvados» titulan hoy al unísomo Levante-EMV y Las Provincias, yo diría «Casi taquicardiados». Qué tensión. Ríete tú de la presión por ganar un título. Esto azuzta mucho más. Sólo pensar en segunda división paraliza el doble. Y mira que, dentro de lo que cabe, el partido fue más cómodo de lo que se podía esperar. Pero aun así, miedo, mucho miedo. Caquita, caquita.
Eso sí, dos cosas no entenderé en la vida: los pitos y las burlas en medio del partido. Siempre son más los del ruido que los del sentido común, pero se hacen notar. Quién pitó a Albelda al salir al campo, tonto un rato, por «motivar» asín cuando tanto nos jugamos. No entraré a valorar el «Caso Albelda» pero mientras el balón rueda, todos con el equipo. Y lo mismo con lo de «A segunda, a segunda» con los del Zaragoza. Hay que ser también listos para mofarse del compañero en el corredor de la muerte. Con lo que nos hemos lucido está temporada, más nos vale estar callados.
En todo el esperpento que es el VCF, la afición también tiene su (mínima) cuota de culpa.
CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Y si aguanto un poco más (Deluxe – Reconstrucción)

