Hace un momento, subiendo a la Fundació, me he asomado a ver como iba el derribo de la antigua caserna comilitona del carrer Sant Ana. Ya sólo queda la puerta y una montaña de escombros. Qué lástima. Qué de recuerdos. Quina d’animalaes. Las mejores páginas de nuestra historia se escribieron en esas paredes. Ya no hay casernas como las de antes. Cuevas como la nuestra ya no se idean ni se fabrican. Nunca algo tan cochambroso y en ruinas gustó tanto. Albergar un tostus o barrejat allí era toda una aventura.
He intentado hacer una foto pero no he podido. Me hubiera puesto a llorar de pena. Nunca habrá una caserna igual.
Por cierto, seguro que el Puchi está entre los escombros.
CANCIÓN PARA ESCUCHAR: You are my face (Wilco – Sky Blue Sky)



2 respuestas a “Bye, caserna, bye”
¿estará mi regalo de capitanía?
Jaijaiajaajaa!!! Posiblemente. Dice la leyenda que se quedó por algún carro de Mercadona, porque comprado estaba…