Miope

«Blanca 1 para arrancar, se añade paulativamente blanca 2, blanca 3, focos laterales arriba, focos fuera, verde 1, rojo 2, final fuera de golpe, blanca 1 en solitario…»

Así me pasé la mañana y tarde del sábado, de técnico en iluminasión, sudando y garabateando códigos de luces y flechas sobre un machacado guión, para más señas el del musical de «El Rey León». Tonto que es uno, nervioso e ilusionado a pares en un in crescendo que ya se intuía conforme se acercaba la gran cita viendo que cada ensayo, cada idea, cada disfraz, cada detalle, mejoraba lo anterior; que la cosa iba a estar genial, que podía quedar requetebé, como diría el Comes. Para repetirlo y sacar dinero por el esfuerzo, como sentenciaría «Felipe el del parroquial» pocas horas antes.

Lo gracioso del tema es que no estaba previsto que un servidor tuviera esa pequeña responsabilidad iluminativa, en principio sólo debía llevar mi cámara y grabar. Pues no, en el primer ensayo de la mañana, mientras lanzábamos la música, Josema y yo nos pusimos a jugar con las luces. A maquear un poco más aun la obra. Ya nos conocen, nos emocionamos con poco. Al rato habíamos creado un guión técnico, efectos y la aspiración de proyectar imágenes. Si nos dan unas horas más lo conseguimos, pero no dio tiempo. Sólo a que bavierita se pegara un coscorronazo con tanto tragín. El año que viene lo conseguiremos. Y sin chichón.

Pero, tampoco nos engañemos, mi papel en esta historia es mínimo. Les cuento mi versión propia, encerrado en la cabina. Nada importante. En el escenario estaba lo bueno, lo grande, lo aplaudible. Actorazos y actristazas (o como se diga). A la cabeza, Natalia con sus saltos. A las garras, Xavi en una genial interpretación de Scar con sólo tres ensayos. El resto motivadísimos y con un profundo olor a pies… Fueron sólo cinco actos, pero todos nos quedamos con ganas de más. De mejorarlo. De explotar el filón. De repetir.

¿El año que viene Aladdin? 

CANCIÓN PARA ESCUCHAR: Accidentally in love (Counting Crows – BSO Shrek 2)