La noche que liguemos con cincuentonas

Sábado 28 de abril. 02:00 de la madrugada del domingo. Sala Matisse de Valencia. Fuera llueve a mares. Dentro el calor sube por momentos. Pensamientos que me asaltan:

Joder, joder, joder. Aquí estamos solos Gerardo y yo. En medio de la pista. En silencio. Bailando a lo macho español. Es decir, casi quietos. Malditas Coneseta y mi Santa que se han subido al escenario como si fuera un podium. Serán bolleras. Vaya. ¿Aparentaremos nosotros ser de la otra acera? Me rascaré los huevos por si acaso. Vaya, entonces pareceremos ser dos solteros en busca de caza. Joer, si fuera que estamos rodeado de tías buenas, tiene un pase y una gracia, pero estamos rodeados de un grupo de rumberas cincuentonas y dos frikis con gafas. Dos de las cincuentonas tienen su punto. Una buena cochá, como diría el Forner. Mira como se mueve. Gerardo piensa igual que yo, porque no para de mirar. Nuestras chicas siguen bailando allá arriba. Mi Santa canta y me da que pronuncia el inglés a su peculiar manera. Cheiquiiin, cheiquiiin, egueeey. Coño, la friki de atrás me da golpecitos al bailar. Le lanzaré una mirada fulminante. No quiero nada, pesaíta. Esto empieza a ser triste. Venimos con dos tías y aquí estamos todo tiraos. Se hacen fotos, bailan, nos hacen fotos, se ríen. Traidoras. Gerardo se va a por una cerveza. Yo paso. Uy, me he quedado solo. Mi estado de miseria creo que aumenta. Otro golpe. Por Dios, estamos espalda con espalda. Menudo ejemplar me quiere cazar. Que no, que no, que nothing, no ves que no te sonrío ni intento entablar conversación??? La de allá arriba es mi esposa secreta. Ufff, volvió Gerardo. Qué te parece si cambiamos los sitios??? Si vuelve a golpearme y buscar roce es que la gafotas quiere algo conmigo. Venga, equipoooo, la táctica ya está hecho. Bien, parece que no se acerca. Falsa alarma. Tooooma las cincuentonas, mira como bailan. Yeeeepa, una hace el paseíllo delante de nosotros. Va y viene bailando. ¿También quedrá algo? Las cochá estan en plan lambada con dos chavales. Coño, quien se choca conmigo por detrás?? Mierda, es la de las gafas. Oh-Dios-Mío. Fijo, que quiere algo. Ha dado positivo el experimento. Tengo miedo. Otro paseíllo de la cincuentona. Mamaaaaaá. No siento las piernaaaas. Gerardo y yo hacemos señas e imploramos para que nuestras mujeres bajen. Sí, por fin, ya están aquí. Sonríentes. Justo a tiempo antes de ser devorados. Bésame, santa mía, marquemos el terreno a tus rivales…

jonni.jpg

NOTA PARA LOS LECTORES: Este post debiera haberse publicado el lunes (cuando pensaba que por la tarde tenía tiempo de sobra en la Fundació para escribirlo y resulta que estaba chapada) y bajo el título de «El dia de los frikis mutantes» por nuestras peripecias el sábado en la Trobada d’Educadors Juniors (conocimos al genuíno y rockero Padre Jonni como muestra la foto), la mía propia en la inauguración del Centre Comarcal Dona Emprenedora y el final de la fiesta del sábado en pleno diluvio universal cantando canciones de Oasis con unos italianos. Pero no, la historia del «Expediente Encarnita» (nombre con el que hemos bautizado mi Santa y yo a mi ligue friki) ha ganado en peso a los demás. Que los otros blogueros os cuenten las otras historias.

2 respuestas a “La noche que liguemos con cincuentonas”

Deja un comentario