…aunque aun queda mucho.
Y a este paso me va a costar la salud, al menos, la mental, joroña, joroña… Sí, este sábado saltaré una de las vallas más grandes. Y la más inesperada. Pero hasta de aquí un mes y un día la cosa viene guapa, guapa. Cagüenla. Mis hemisferios norte y sur no paran de chocarse entre sí de tanto moverse. Arrrrgrrrrr, me duele la cabesa. Tantos frentes abiertos en tan pocas horas. ¿Un kit-kat? Y no, el peloteo no me sirve. Ya sabía a lo que jugabamos. Así que no protesto. Sólo constato realidades. Es más me lo tomo con una gran filosofía (inesperada en mí). En fin, que me quejo por vicio. Porque, lo mejor (o peor) de todo es que la cosa va bien y hemos cumplido nuestros plazos y obligaciones. Pero, a veces, me da la impresión que eso es malo. No sé si lo captan. Porque detrás de una cosa viene otra. Y van cargando y cargando. Menos mal que se hace agusto. Y, mira, hoy me han comprado una memoria externa. Es de esas pequeñitas, buenas y hermosas. Así mi ordenador dejará de quejarse por falta de armarios donde guardar las cosas. Vaya. Creo que empiezo a desvariar. Necesito descansar. Bendito fin de semana. Aunque trabaje el sábado por la tarde. Ya queda menos.
Mare, que no, que no, que no vinc tard a dinar tots els dies per gust…
Miope 