Acción y reacción

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Sorprendido. Muy sorprendido. Gratamente sorprendido.

Conociendo cómo se mueven las polémicas foriles, que a nadie le gusta que le peguen palos y a dónde se les había ocurrido poner el punto de mira (aaaay inconscientes…), esperaba una reacción ante las críticas desmesuradas. Por cierto, vamos a calificarlo de «críticas», por decir algo, por dejarlo suavesito. Pues eso, que El séptimo de caballería, incluso ha venido en mi rescate, porque, en un servidor, no me digan por qué razón (posiblemente por firmar con mi propio nombre), va y un anónimo centra todos los males de la moralidad humana.

Váis listos. Me la resbala de manera soberana. No os queda. Porque sé que leéis estas páginas. Así que relajaos que os dará un infarto.

Pero, oye, ahora que lo pienso. Si creo que os voy a dar las gracias y todo. Mira qué cosas. Porque, personalmente, al final lo de menos soy yo o si un play-back no gustó por inmoral o burlesco. A mí ya me da igual. Porque el regusto de la boca ha pasado de agrio al mayor dulzor. No esperaba la reacción mayúscula de tantas personas, del equipo de educadores (sí, chicos, «equipo»), de antiguos educadores, amigos, conocidos, incluso de los padres!!!!

Vaya. Si internamente la cosa estaba unida, con vuestra rabieta habéis apretado más el nudo. Jajaja. Os ha salido el tiro por la culata. Qué grande. Qué bueno. Me ha encantado, sobre todo, la reacción de los más jovencitos. Qué claro lo tienen. Me han dejado parado y satisfecho. Los que siguen subiendo no hacen más que igualar o mejorar lo anterior. Menuda cantera y menuda siembra se hizo. Cojonuda.

Pues nada. Qué gracias a unos por sus palabras y a «los otros» por provocarlas. La marejada ya baja y la semana que viene a otra cosa mariposa.

Mientras tanto recuerden: NO NOS PODRÁN PARAR!!!!
Siempre unidos.

PD. Ahí ven la foto. No somos los mejores. Ni hemos descubierto la panacea. Pero seguiremos divirtiéndonos, disfrazándonos, ironizando, haciendo grupo, animalaes, enseñando desde la acción, desde lo lúdico, con celebraciones divertidas… y, sí, más drogado que nunca, Lucas vuelve al campamento: el retonno del programa «Pistolas por juguetes».

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