Miope

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Aunque uno pueda pensar lo contrario viendo la fotografía, no nos comimos ná de ná en el Festival. Nos lo pasamos bomba y lo celebramos a lo bestia, eso sí, pero lo que ustedes contemplan es uno de los ensayos de festejo por si ganábamos algún premio. Semos asín, entramos los primeros al foro romano de Benicalap y nos aburríamos…

Aunque no nos tocó nada (se ha jodido mi teoría matemática), finalmente el ensayo no cayó en saco roto, porque ni cortos ni perezosos pillamos el micro (ese Vicent Burguera!!) al final del acto y nos autoconcedimos el premio a la mejor deportividad y pudimos enseñar a todo el mundo nuestra esperada celebración con saltos, gritos, oeoeoes y euforia varia. Había que llevarse algo a casa. El intento de «robar» uno de los galardones ya no fue posible…

Y mira que intentamos llevarnos un premio. La canción de Sergio era de lo más aseada y cantamos mejor que nunca. Pero nothing. Yo que veía el premio a la mejor letra. Luego, nuestro sistema para ganar la mejor animación en grada fue aplastante. Era la técnica del desgaste. Primero, amenazando al gran favorito («Jesús Maestro, el premio es nuestro»), sugiriendo al resto de centros («Vota a Torrent») y, finalmente, coaccionando al jurado (gritando con megáfonos en sus orejas: «votame, vótame, vótame…»). Pero no coló.

La realidad es que la cosa se está poniendo chunga, chunga. Le peña se lo toma muy en serio. Este año ha sido el colmo. Los cajones flamencos, bongos, dolçaines e instrumentos varios, pues lo pasamos. Pero lo de los palmitos, una flagoneta llena de andaluces, un Jesús que baja en tirolina… mare de Déu… y nosotros con nuestro ensayo de una hora con 150 personas…

En fin, el año que viene tendré la última oportunidad…

PD. La tecnología vuelve a jugarme malas pasadas. Ayer el servidor de bitacoras.com no me dejó colgar esta anotación. Pero lo peor llegó el sábado. Mi videocámara vuelve a fallar y me veo comprándome una nueva (se admiten limosnas).