A dog’s day

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Joiiiiins… hay días que mejor no salir de casa.

Menudo día de perros he tenido. Entre el frío, la lluvia, lo helado que está el pasillo de mi casa, la vuelta al frenesí radiofónico, que en l’Ajuntament no se deciden donde ponerme si en la web o en la radio, que ahora me salen siete cursos en dos meses para la Fundació, que si acaba una revista, que si me como el coco por nada, que si cuadra el calendario de Juniors, que ya viene el viaje de Barcelona… vamos que hay días que preferiría pasarlos acostado y pasar del mundo mundial.

Jejeje. Menos mal que sé que, como siempre, cuando me agobio, lo hago por nada y, luego, más claro veo las cosas…

Por cierto, hablando de malos días, hace un rato me han dado una mala noticia: se ha muerto la Tía Pepeta. Es la esposa de un hermano de mi abuelo, o sea, tía de my mother y cuya cara creo no haber visto en la vida. Pero ella a mí me escuchaba todos los días por la radio y encima vacilaba de ello: «el xic que parla per la ràdio és el meu nebot».

Qué bajón. Me hubiera gustado darle las gracias. Siempre es reconfortante saber que te escuchan con tanto cariño. Como dice mi padre: «Hui has pergut una oyente».

Pero gane un fan en el cielo.

PD. No sufran por mí, que no voy a caer en una depresión profunda. También hay noticias alegres: me reí mucho en Mig Any (afónico quedé), mi Santa mañana empieza las prácticas en Ibercaja y Quique González vuelve el día 24 a Valencia.

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