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No. No se han vuelto locos.
Seguimos estando a puntito de cerrar la puerta de 2005.
No es esto ningún Efecto 2000 retardado.
Pero es que hace un año que la nochevieja era un gran puerto de montaña que superar, que la Capitanía era la gran obsesión, que sabía que vería esa noche a todos los amigos (igual que ahora), que mi Santa iba a aparecer en mini (y ahora también, fresca!!!), hace un año que cobraba menos que ahora, que me sentía menos reconocido en l’Ajuntament, que estaba un poco más flaco, que mi hermano no se había casado, que Salva y Laura no habían puesto fecha, hace un año que las cenas de los domingos aun no eran una agradable costumbre, que jugar a futbol 7 los viernes era posible, que el Papa se llamaba Juan Pablo, que el Valencia jugaba fatal, que no existía este blog, ni su primo el photocódigo, que hacía menos fotos, hace un año que los sábados de vacaciones me seguían pareciendo aburridos, que aquello de Colonia parecía tan lejano, que me comía el coco por si en junio tendría que decidir si prorrogaba, que mi nivel era otro aunque igual de agradable, que tenía grupo, que el foro era lo más de lo más, hace un año que no existían los grupos de novios y, menos, los grupos no-de-novios para conocernos, que los dos eramos más inestables, que ni me planteaba ir dos veces en pocos meses a Barcelona, que era igual de malo a los bolos, que la playa me daba asco, que el factor 90 era una utopía, hace un año que no frecuentaba conciertos, que no tenía entradas gratis para el cine, hace un año que ya me agobiaban los cursillos de la Fundació, que los asesinatos eran algo imposible, que los techos no caían, que el canal + era un descodificador, que qué coño era «Perdidos», hace un año que en gustos, como ahora, me apasionaba la videocámara, la música, que metía la pata, que pecaba, que vervorreaba demasiado, que creo que me vuelve a estar pasando en estos momentos, y sobre todo, hace un año que todos estábais allí, cerca mía, como ahora.
Nos vemos y abrazamos en el 2006.
Miope 