La hora de la verdad

P.D.«/>

Siento un cosquilleo en el estómago.
Me sube y baja hacia el pecho.
Son nervios.

Después de meses de planes, reuniones e historias varias hoy es 1 de julio de 2005 y llega la hora de la verdad. Tanto hablar de la Capitania, que si tal y si cual y, coño, resulta que ja la tenim ací. Después de meses de ensayo jugando a ser camareros, mañana farem de David Capità Cristià 2005 y subiremos al escenario. Semos los protagonistas y, eso, da un poco de vertigo. Pero con dos cojones. Made in Comilitons.

Lo tenemos todo más o menos claro, incluso el boato, con sorpresas y mucho humor para todos los actos, pero del dicho al hecho hay un tortuoso camino y mañana cuando empiece la gala voy a notar unos ligeros nervios, más o menos como el viernes en el TAMA con mi vídeo que me iba hundiendo cm a cm en la butaca y más cuando dijeron mi nombre en voz alta. Como diría mi santa: Piu, piu, piu…

Si tenemos un poco de suerte, la nostra capitania, no será ni mejor ni peor, pero sí diferente.

Y de remate, el martes me piro de campamento. 100 niños en pleno apogeo de ganas de jugar. Paciencia le auguro a Salva y a mi Santa (vamooooooos, up, up, up!!!!! que ser intendenta no està tan maaaaaaal, podràs jugar iguaaaaaaal). Por mi parte, ya me conformo con estar allí, poder ser de nuevo educador (¿me acordaré?) y asistir al fin junior de Mabel (cómo te echaré de menos, cabrona).

Pero.
Por muchos nervios.
Por mucha responsabilidad.
La vida es para vivirla, no para ser espectador pasivo.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡No me cambio por nadie!!!!!!!!

Una respuesta a “La hora de la verdad”

  1. S.O.S!!!! Y no podría anar com a xiqueeeetaaaaa??? Si puc pasar per una xiqueta de 12 anys i toooooot!!!! Vaaaaa… que hi han xiquetes que ja són «más grandes» que jooooo!!! Xfaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!

Deja un comentario