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Me cago en la madre que parió a mi ordenador y, por ende, a la madre del cordero que engendró a todas las computadoras del mundo. ¿Por qué los ordenadores son tan imprevisibles?
Ha empezado la cuenta atrás para que el martes me marche de campamento y desconecte definitivamente del mundo, pero una chinita se me ha colado en el zapato (sandalia, más bien) y me está jodiendo bien: el video del Sopar de Capitanies.
La cosa prometía. Un video con fotos y un par de imágenes en movimiento (dos chistes: uno con la cabecera del NO-DO y otro simulando interferencias y una emisión pirata). Cosa sencilla, a priori. La primera complicación ha sido que los presentadores de la gala quieren locutar en directo así que tengo que medirles el guión para que no hablen de imágenes que aun no han salido.
Una vez arreglado el problemilla me lanzo a montar y oh, sorpresa!! que el video sale mal se come fotos y entran a destiempo los efectos. Una mierda, vamos. Sudores fríos. No me jodas, Rafa, penalty y expulsión. Que el sábado está aquí encima…
Hago 20.000 pruebas, distintos formatos, creo nuevos archivos… me vuelvo loco… más sudores fríos. Finalmente, golpeando mi ordenador de rabia se abre el primer montaje con otro programa diferente al Windows Media Player, el Quick Time.
Oh-Dios-Mío. Que el video se ve de categoria. ¿Será posible? Corro a grabarlo en un cd y verlo en el dvd de mi tele. Joder. Se ve de lujo. Tanto tiempo perdido y estaba bien desde el principio…
Puto windows media player. Como te pille, Gates, te vas a enterar…
Miope 