Día de mamis e hijos

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Debido a mi reciente condición de «obeso obseso» (ver anotación 24/05/05) y a un frustrado intento de ponerme alguno de mis pantalones cortos aseaos (de vestir, sin goma), el sábado marché a Valencia a comprarme la colección de verano 2005. Cómo mi Santa excusó su presencia por un examen, mi madre se ofreció a acompañarme. Le encanta.

Como siempre que me autotorturo yendo de compras, pretendí hacer del viaje una demostración de cómo comprar en 40 minutos dos cortos, un vaquero y unas sandalias. Eficacia al 100%. Mi madre sugería y sugería, pero yo a la mía. No escuches el canto de sirenas, tu objetivo es no morir de saturación.

Pero me tendió una trampa. La Señora, bajo su mirada feliz de unión madre e hijo, escondía el propósito oculto de dos pequeños recaditos. Cabrona. Cómo me la jugó. Yo repetía sin cesar que «haviem vingut només a per les meues coses», pero su brazo ya me estiraba hacia la sección de cremas. Arrrrg, metrosexualidad y mujeres en busca del elixir de la eterna juventud.

Yo, en un ataque de pánico, me escondí entre dos torres de cremas rejuvenecedoras no fuera que pasara alguien y me reconociera. En venganza, me tiré un cuesquete para reafirmarme como macho (o retrosexual, una nueva modalidad descubierta).

La siguiente parada se centró en la sección de bolsos en busca de un «cinturó negre, finet…» que pegara con nosequé vestido. En un intento de unir más aun sus lazos maternos, me obligó a mirar el muestrario y ayudarla a elegir. «Me aburrooooooo» gritaba yo (las frases de Homer siempre viene en mi ayuda), mientras my mother ya había encontrado una cómplice en una dependiente de mandíbula feliz.

Lapsus. En eso, que me quedo mirando divertido a dos abueletes guiris con una bicicleta por en medio del pasillo cuando despistado me giro y me encuentro a mi madre de cara: «Ajudam, que se m’ha enganyat el cinturó este». Con mi escasa maña no podía soltarle el cinturón, así que empece a bromear con que se lo comprara y ya está. Al final, hicieron falta tres dependientas estirando de mi madre para sacarle ese cinturón de castigo.

Eso sí, pero mi madre más pancha que pancha. Será de familia. Mi abuelo Ramón también se tiraba los cuescos sin avergonzarse.

Una respuesta a “Día de mamis e hijos”

  1. QUE BUENO!, UN CONSEJO QUE A MI ME HA IDO GENIAL, CUANDO QUIERAS IR AL CORTE INGLES, LO QUE TIENES QUE HACER ES IR VESTIDO CON LO PEOR QUE TENGAS, SI PUEDE SER SIN AFEITAR Y CON CHANCLETAS, LO MAS DESTRAFALARIO QUE PUEDAS, NO SE TE ACERCA NI UNA DEPENDIENTA, COMO VAYAS, ARREGLADITO Y MONO, SE TE LANZAN COMO LOBAS…………Y……………..¡FUNDAMENTAL!, LA MAMÁ EN LA CAFETERIA DEL CORTE INGLES TOMANDO UN REFRESQUITO

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