El lado oscuro

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El sábado vi «La venganza de los Sith». Qué placer. Y qué lastima que se acabe la saga. Me encantó, como me han fascinado todas las demás películas cada una en un grado distinto. Ésta la coloco entre las mejores.

Encima está el gustazo de verla en el cine. Quedarse callado y ver aquello de: «En una galaxia muy lejana…» y, zas, empieza la música y tú «Bieeeeeeeeeeeen». Sale entonces el niño que hay en tí y que no usa el carnet +26. A disfrutar. Momentazo que, per cert, pasé a medias, porque mi Santa se me puso mala en ese momento y estaba pendiente de si volvía o no a la sale directa del servicio (no preguntéis más por este hecho).

De toda la Guerra de las Galaxia, no voy a obviar que me fascinan más los malos que los buenos. Darth Vader es genial. Me encanta el reverso tenebroso de la fuerza. Yo sería Sith. Sin lugar a dudas, ya tendría tiempo de regenerarme y convertirme en una persona integrada en la sociedad más adelante. Pero eso de ahogar a la peña con solo un gesto de mano mola mazo.

El lado oscuro es interesante. Me estoy pensando en dejar de ser buena persona. Ser un New Carles. Más engreído, chulo y esas cosas. Ir de malo por la vida. Seguro que se liga más. A las nenas os molan los chulitos. Rebeldes. El Dylan de «Sensación de Vivir», Quimi de «Compañeros», Clooney en «Urgencias»…

No creo que me pegue. Pero, claro, ahora que descubro que hay gente lee este blog y encima me piropea pues, eso, que uno se vuelve un poco creído.

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