P.D.«/>
Me están buscando un sustituto, lo presiento…
Yo, iluso patológico, pensaba que con la boda de J.R mi graduación familiar ascendería a Coronel 1º, el xiquet de la casa, el único hijo al que mimar (además de ganar en espacio propio con un despacho). Seré imbécil. Se fragua un complot contra mí y no me he percatado hasta ahora. Me han clonado y ha llegado el momento de cambiar cromo por cromo.
No hace muchos días, mientras comíamos el trío familiar (el chico prematrimonial vive en Santa Lucía Square como un hotelito), cuando la Señora empezó a loar lo bueno, maravilloso, guapo, gracioso que es un niño de su cole. Las alabanzas llegaban a un punto exagerado. La sopa se me hacía cuesta arriba ante tanto piropo.
Punto clave. De repente, me lanza: «Aaaaaay, és com vore’t de xicotet, és idèntic a tú, com si fora un clon». Me quedo mirándola. «Si vols te’l compres». Respuesta inmediata: «No te cregues que no ho faria. És tan bonico. Jo li dic sempre que el veig que és idèntic a tú i que em regale una foto seua». Me quedé muy extrañado ante su actitud, vivo con la nueva presidenta del club de fans de Jonathan, que es como se llama mi rival en cuestión. Bonito nombre.
Ayer, ya había conseguido una foto suya. No le veo tal parecido a mí pero, por si acaso, voy a estar muy atento a los acontecimientos. Paso mil de que a estas alturas me cambien por un clon. Sé que me hago mayor y ya no soy tan mono, pero no consentiré que me tiren a la basura.
Yo no quiero montarme películas. Pero mi fantasía ya vuela: ¿Y si me clonaron de pequeño y ahora me cambian por un yo más joven? ¿Cuántos Carles rubitos vagamos por el mundo? ¿Soy yo el primero o hubo otro antes que yo? ¿Sobramos para un equipete de futbol 7?
Quiero pensar que son sólo ganas de nietos. Voy a plantearle seriamente a mi hermano que se espabile y perpetúe ya la especie, porque, sino tendré que convencer yo a mi Santa…
